La privacidad es la capacidad de individuos y grupos de decidir cuándo, cómo y en qué medida se puede difundir a terceros la información referente a ellos mismos. Llevada al extremo, la privacidad se convierte en anonimato cuando, por ejemplo, una persona la utiliza para ocultar su verdadera identidad con el fin de intimidar a alguien cibernéticamente. Por otra parte, la privacidad excesiva también puede ocultar de la ley a quienes cometen actos delictivos, terroristas o de hacking (piratería informática).